3 de noviembre de 2008

Los días en el espejo

Los días en el espejo, algunos atemorizantes, veloces otros, tristes unos más, suaves, tranquilos... una mezcla de mañanas, tardes, noches y madrugadas. Y hoy, son las doce del medio día y desde hace un alargado rato he vivido pensando que son las nueve de la mañana. Es como si la dimensión temporal se hubiese detenido para mí, sólo para mí, pero eso no es así: ni se detuvo por mí, ni siquiera se detuvo. Sigo de bajada, tratando de tocar la suavidad del día deslizante. En fin, las letras, el cortar y pegar, me esperan sobre la mesa electrónica. Me voy ahora.

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