25 de septiembre de 2011

Los días pasan

Los días pasan y pasan y pasan... son como una gota de agua que cae constante, alegre y observable, delicada y fina, pero que, después de un tiempo, se vuelve monótona. Se deja de ver, y su plop... plop... plop... puede trastornarnos la cordurna. Las horas se agitan y se acumulan en el reloj y en la tarde recostada y triste. Uno deja de mirar o mira tanto que pierde el sentido. De pronto, uno advierte que lo que era futuro es ahora pasado; uno se vuelve para ver dónde ha ido todo lo que esperaba que llegara y es como ver el último vagón que se aleja irremediable. Uno advierte que los días pasan y pasan, cuando ya han pasado y estamos solos.