22 de abril de 2011

Fuera de los días

Hace algunos días, el cielo se entristeció. Alguna lágrima me mojó el corazón y bajé de los días y me perdí en una niebla sin tiempo. Las palabras se derrumbaron. La vida se fue escapando por alguna rendija... eran sueños perdidos, rostros olvidados, nombres confundidos... Las habitaciones de mi alma brumosa quedaron desoladas, los sótanos de mi corazón, ahora húmedos, se hallan vacíos. Calles, callejas, callejones, esquinas, puertas, edificios, casas, ventanas, aceras, vidrieras... todo me llama al aislamiento, a la distancia. Pero sé que en unos días estaré resanando cada espacio resquebrajado, cada parte despintada. Mi alma sanará y estaré de nuevo en los días agrables y aromosos de los parques y las calles.