27 de noviembre de 2008


En la Tierra se habían encendido miles de luces, blancas, amarillas, azules, rojas, naranjas. Los árboles, adornados, despedían su olor a resina. Había cantos, velas y esperanza. Era la noche de Navidad, una hermosa noche multicolor. Quienes observaban desde la nave nodriza no comprendían, no obstante, cautivados, permanecían en silencio.

1 comentario:

Pina dijo...

Lauro!!!...un saludote.
Me alegra haberte encontrado en un comentario del blog de Sylvia.


van abrazos desde acá.