28 de julio de 2010

Juegos de la memoria

Mientras leía la novela de Haruki Murakami, cuyo título me atrae mucho: Tokio Blues, encontré algo acerca de la memoria, de los recuerdos. En una parte, el personaje, Toru, habla sobre un prado y un paisaje que creía olvidados, debido a cierto incidente, lo comenzó a recordar. Anota que después de tantos años podía rememorar cada detalle. Mis cavilaciones comenzaron a decirme que tal vez Toru sólo recordaba algunas cosas y que las demás eran elaboraciones de su memoria. Yo creía, firmemente, que mi infancia había transcurrido de cierta forma. Según yo, mis días cotidianos y urbanos de los veranos los pasaba bajo un árbol de los que había en mi calle. Siempre me ví bebeiendo un algún refresco y leyendo comics. Ya viejo, y reflexionando sobre varios aspectos, me saltó a la conciencia que en mi calle no había árboles, ni uno solo. No había dónde tumbarse a leer comics y, además, lo abrumador del verano no lo permitía. Así que, en mucho, aquellas memorias guardadas con emoción y a las que, con frecuencia, recurría nostálgico, no eran tales, no existían. Esos recuerdos fueron un construcción de mi mente que permanecieron durante, prácticamente, toda mi vida. No he querido investigar qué otros recuerdos son falsos, sólo elaboración mental. No quiero saberlo. Tal vez mi pasado es una construcción, un artíficio, y el presente solitario es lo real. Pero a veces me pregunto: ¿Será mi presente real o es la imaginación lo que a dispuesto todo lo que me rodea? ¿será que estoy más viejo y en otro lugar recordando esta vida actual, que muy posiblemente yo inventé?...

1 comentario:

joseluis dijo...

Qué bueno...!!! Me dejaste cavilando...

Saludes en rojo con águila