Caminé por Santa Fe, desde Republicana, para ir a Boston Central. Es un café de intelectuales donde se puede uno encontrar con escritores, pintores, galeristas, periodistas culturales, como en todos los cafés del sector Marquesa-Florencia. Había dejado de lloviznar y el clima era excelente. Los edificios de Correos y de la Corte de Justicia ya habían encendido las luces exteriores y lucían majestuosos. Como es usual, las personas estaban caminando por placer; las escalinatas de algunos edificios se llenaban de gente de todas las edades, hablando y fumando. Cuando llegué a Boston Central ya había varias mesas ocupadas. Ahí, los clientes llegaban temprano y se iban muy tarde. Me coloqué en la mejor mesa que encontré. Después de pasar varios minutos bebiendo café e intercambiando algunas palabras con el camarero, que conocía pues él había trabajado en La Fuente, me dediqué a leer mi revista y enterarme de premios, convocatorias y nuevos libros. No me di cuenta cuando entró, de hecho no reparé en ella inmediatamente. Estaba sola. Primero pensé que esperaba a alguien. Luego, sacando un poco mi lado oscuro, imaginé que andaba por ahí para ver si conseguía alguna conquista intelectual. La idea me pareció un tanto cuanto fuera de lugar. El café se comenzaba a llenar y ella pocas veces levantaba la vista, parecía no esperar a nadie y hallarse aquí sólo para leer su libro. La actitud me parecía un poco extraña, así que saqué mi cuadernillo y comencé a anotar ideas sueltas. Era una mujer de unos cuarenta o cuarenta y cinco años. Tenía el pelo rubio hasta los hombros, con un flequillo o tupé que le llegaba hasta los ojos. Tenía unos lentes de aros gruesos de estilo grande pasados de moda. Vestía falda y saco de color violeta claro y encima de la mesa había colocado el teléfono y su bolso. Eras guapa-extraña con rasgos faciales marcados, angulosos. La observé lo más discretamente posible. Al término de mis cavilaciones escribí: Ciertos rasgos de ella, más mi intuición, más mi experiencia en observar a las personas, me dicen que no una mujer.
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