Pasan los días y extrañamente la tristeza ha amainado. Pasan los días y extrañamente el teatro del pasado ha mantenido su telón cerrado. Pasan los días y lo gris de las horas parece desvanecerse. Pasan los días y por la ventana entra una brisa suave que todo lo refresca. Ayer vi un perro callejero que cruzaba cabizbajo y sentí deseos de ayudarlo, no hice más, pero por lo menos dejé de pensar en mí unos instantes.
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