22 de abril de 2009

Nota mínima

Hoy amaneció lloviznando; no parece gran cosa, pero... bueno, la ciudad luce diferente; se ve más ciudad, más grande. Con la lluvia los edificios se destacan, nos asaltan con un brillo inusitado. Caminaré a la parada del autobús y mientras espero observaré a la gente. Sé que miraré pasar, como casi todos los días, a la mujer de paso rápido, cara seria, dura, con gesto de que algo muy malo le sucede. Pasará y en unos segundos la olvidaré; subiré al camión y dejaré la parada para darle posibilidad a la aventura.

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