31 de marzo de 2011

Multiplicidad

El cigarrillo se consume y de pronto estoy solo de nuevo. El viento cambia y se marcha, el día, finalmente, escurre su última gota y me abandona. La sonrisa se va difuminando en el rostro que se aferra para no dejarla ir. La mano deja de agitarse en un saludo que se vuelve adiós. La penúltima persona se aleja... sólo miro su espalda y su andar lento. Luego, yo también parto, me alejo, tanto que me quedo sin mí.
Tantos asuntos, tantos temores nocturnos, tantas urgencias diurnas... esperas, sueños que se alargan en más esperas, estaciones que transitan y yo me duermo en todavía más esperas... tantas que he perdido el presente en un juego de azar y, de pronto, me encuentro respirando en un futuro tan lejano que no lo sé distinguir, ni lo entiendo ni lo quiero. Todo para dibujar más esperas...

No hay comentarios.: