26 de marzo de 2011

De nuevo jazz

Otra vez las frondas rediseñadas por las farolas en luz y sombra. De nuevo el sax y el piano, las notas al aire perfumado. Lo alternativo era la marca y algo de beber, para el espíritu. Marzo acarreaba el buen tiempo y los destellantes azules y verdes deambulaban sobre el público, que a su vez, deambulaba. Era como una calle atestada, con rostros peregrinos, que con una mirada huidiza se declaraban cófrades. Los viejos salpicabamos el lugar y todo se entremezcaba en una armonia nocturna.
La música en vaivén, la suave ola de gente, el cielo negro se ocultaba tras el casco de resplandor y la noche bailaba con una cadencia particular,

1 comentario:

joseluis dijo...

Qué gusto poder estar en tus calles atestadas.

Un abrazo