24 de junio de 2010

Belleza a contracorriente

Alguien me escribió que la belleza se puede encontrar a contracorriente. Estoy de acuerdo; se puede hallar al dar vuelta en una esquina, al entrar a una tienda, al salir del trabajo... al mirar por encima de los edificios, al subir al autobús, cuando se observa a la gente en la plaza, al bajar el periódico de nuestros ojos, al recordar a algo... al recordar a alguien, al asomarse por la ventana, cuando se pone atención al tic tac del reloj, en la penumbra de la casa, en la página cualquiera de un libro, al atisbar en los sitios recónditos de quien no conocíamos, al guardar silencio, en una voz que nos pareció reconocer, en un rostro que emergió del pasado... Vuelvo ahora a mi libro y a mis notas, a mis horas lentas, a encontrar belleza.

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