16 de noviembre de 2009

Apunte para ser borrado

Vi cómo le hablaba aquella anciana al también anciano sentados en la banca del parque San Marcos. Se inclinaba hacia él con atención y las palabras salían fácilmenete de la boca antigua y se mecían en el aire como hojas de otoño. El anciano escuchaba con atención y asentía. Era un mediodía nublado y fresco, pero luminoso, como si fuera el pleno verano. Dejé mis notas a un lado y me dediqué a mirar a la milenaria pareja. Ella se levantó, parecía estarle diciendo un poema de cuando eran jóvenes. El hombre sonreía, ella sonreía. Luego ayudó al anciano a ponerse de pie. Él, apoyándose en el bastón, echó a caminar con la mujer tomada del brazo. Volví a mis notas, las releí para continuar. La noche es como ese viento repentino, uno no sabe de dónde viene ni a dónde va; se va y nos deja mudos, con la soledad agigantándose en nuestra habitación y en el alma. La soledad es una sombra que lo ocupa todo. De la calle no llega ningún sonido, es como si el mundo se hubiera marchado" El narrador explicó: "Estaba tan solo que ya no sabía si era él mismo o si ya era otro..." No continué. Agregué una nota en la parte superior: borrar este apunte... "

1 comentario:

Manuela Fernández dijo...

Qué triste es la vejez.