29 de enero de 2010

Temprano en la noche, como el sol

La tarde se fue, del día me quedó el recuerdo del la luz y los árboles brillantes. Ahora, el neón me multiplica de colores. Los edificios se adormecen en la oscuridad de oficinas cerradas y las calles albergan a quienes esperan la noche. Abandoné la mesita del café y marché lentamente a casa. Hoy, como el Sol al anochecer, me recluiré temprano, recordaré algunos rostros, algunas vidas... leeré y dormiré soñando en días por venir. Tal vez, la Luna estará en la ventana.

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