11 de noviembre de 2014

La última noche

El saxofonista aspiró las últimas notas desde el fondo de su cajón de recuerdos. Las sopló esparciendo en el ambiente de humo y charlas al final de una pieza que dibujó un antiguo rostro en el aire. Esa melodía tenía la magia de traerle, en un remolino, el nombre que lo ponía triste. El instrumento parecía entender qué le soplaba el viejo músico con esa vibración suave, como un aire de otoño. Terminó de tocar y, entre los aplausos, se fue directo a la barra. Ahí, esa noche, se bebió de un trago toda la nostalgia, para siempre.