28 de junio de 2010

Berlín a 10 grados

Berlín a 1o grados, donde parece que el verano no llegará nunca... esto viene de buena fuente. Aquí, en esta ciudad que me ha adoptado, el verano es un sol desfalleciente, tan lánguido que parece que se apaga. Aquí nos hemos acostumbrado a ello, nos gusta y cualquier mediodía es bueno para sacarse la chaqueta y asolearse, especialemente para los vieos como yo... bueno, esto ha sido un paréntesis. Hoy no escribiré nada aparte de esto... estoy imposibilitado para hacerlo, hoy tengo muy buen ánimo; mañana, mañana ya se verá.

24 de junio de 2010

Belleza a contracorriente

Alguien me escribió que la belleza se puede encontrar a contracorriente. Estoy de acuerdo; se puede hallar al dar vuelta en una esquina, al entrar a una tienda, al salir del trabajo... al mirar por encima de los edificios, al subir al autobús, cuando se observa a la gente en la plaza, al bajar el periódico de nuestros ojos, al recordar a algo... al recordar a alguien, al asomarse por la ventana, cuando se pone atención al tic tac del reloj, en la penumbra de la casa, en la página cualquiera de un libro, al atisbar en los sitios recónditos de quien no conocíamos, al guardar silencio, en una voz que nos pareció reconocer, en un rostro que emergió del pasado... Vuelvo ahora a mi libro y a mis notas, a mis horas lentas, a encontrar belleza.

23 de junio de 2010

Nada es lo que parece

Las cosas se ven de una forma y a veces de otra... la calle puede lucir como una larga vía de sacrificios y de batallas contra quienes vienen y van. Otras veces, esa misma calle representa el camino a seguir para contemplar la tarde o repensar nuestros asuntos bajo la llovizna. Lo que nos parece una bandada de cuervos a lo lejos y de noche cuando cruzamos la plaza, resulta ser una desbandada de solitarios como yo, un cuervo solo, una sombra que se pierde en la noche.

13 de junio de 2010

La tarde se mueve lentamente

No hay nada en el reloj. De nuevo veo por la ventana y encuentro a un hombre cerrando lentamente la puerta de calle. Tiene una maleta. Con paso lento parte. Me recuerda algo, me recuerda a alguien. Es como una vieja foto, es como un antiguo recuerdo. Hay instantes que se repiten una y otra vez, una y otra vez. La tarde se prolonga, se mueve con la lentitud de un paso incierto, de esos de quien no sabe a dónde va. Es como esperar en el andén un tren a ninguna parte.

6 de junio de 2010

De los manuscritos encontrados en un cajón

La tarde bajaba por el horizonte, tan lentamente que pensé que se quedaría para siempre ahí. El verano había acarreado el olor a pasto recién cortado, a humedad de los jardínes y destellos cristalinos en las hojas verdes de los árboles de las aceras. Yo simplemente me dejé estar; era como tener ocho años otra vez, esperando que mi madre pusiera los cubos de hielo en la jarra con agua de sandía. Había un olor especial en la casa y un tras tras de platos en la cocina. Entre la acera y la calle, una fila de hormigas transcurría sin cesar. Mi palo de paleta se volvió la atención de la roja hilera. Hoy, esas son las formas, los olores y colores que guardo como fotografías en un rincón de lo que soy. Esta tarde es como aquéllas... tal vez todas estas tardes lo son, pero no había reparado en ello.

4 de junio de 2010

Por la ventana

Esta hora inusual se aroma de café... suelto al aire esta nota infrecuente. Afuera, la calle poblada, el sol estrellándose, los ruidos cotidianos... el calor abrasándolo todo.